Testimonios de pacientes
Nací con una mala articulación de la cadera y después del embarazo y el parto, perdí toda la movilidad en la articulación de la cadera. Apenas podía andar ni levantar a mi hijo, pero cuatro meses después de dar a luz seguía cojeando y, cuando andaba deprisa o corría poco, mis piernas no aguantaban el ritmo y me caía. El tratamiento incluía no sólo corregirme la espalda y las articulaciones de la cadera, sino también masajear los músculos de la zona, corregirme el cráneo en lugar de la espalda y las articulaciones de la cadera, examinarme los ojos para ver qué me pasaba y revisar mi cuerpo desde el punto en que me preguntaba "¿por qué ahí? Fue como si me hubieran atrapado en un truco de magia.
A medida que avanzaba el tratamiento, poco a poco fui capaz de caminar sin arrastrar los pies, y el dolor que me sobrevenía al moverme también desapareció. Tenía que llevar a mi hijo todo el día y no había días en los que pudiera descansar la espalda, pero cada vez me resultaba más fácil gracias a los cuidados quiroprácticos del Dr. Tell. Me alegro mucho de haber ido al quiropráctico. Si no me hubiera tratado el Dr. Tell, seguiría cojeando y me habría resultado difícil sostener a mi hijo, que cada vez es más grande.
No sólo me alivió el dolor en la cadera y en la parte baja de la espalda, sino que también me enseñó cómo rehabilitar mi cuerpo y cómo afrontarlo en el futuro, cómo nutrirme y utilizar suplementos, y me dio todo tipo de consejos sobre salud. Pensé que la quiropráctica del Sr. Tell no sólo consiste en arreglar lo que le pasa a mi cuerpo, sino también en construir un cuerpo sano en cuanto a la dieta y otros aspectos de mi vida. Se lo agradezco mucho. Gracias !
Y.A.
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